Iglesia Parroquial de Medrano

IglesiaEl templo parroquial de Medrano, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Natividad, se encuentra en el barrio de El Cortijo, la parte más antigua del pueblo, y donde se construyó el primer templo, con emplazamiento definitivo.

La actual iglesia parroquial de Medrano es el resultado de diversas ampliaciones a partir de la primitiva, muy modesta, realizadas en distintas fases, desde finales del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, con algunos añadidos posteriores.

Es un edificio construido en piedra de sillería, cuya planta se inscribe en un rectángulo irregular, con dos naves desiguales en anchura y longitud, articuladas en tramos también desiguales. La nave sur tiene tres tramos, incluyendo en el primero la actual capilla mayor de testero recto, que lo ocupa el retablo realizado en 1617-1620, y el coro alto a los pies, en el tercero; en la nave norte hay dos tramos: el primero, también con testero recto que lo ocupa un retablo rococó de finales del siglo XVIII, está dedicado a la capilla de la Natividad y donde estaría el tercer tramo se levanta la torre, cuyo parámetro cierra en ese lugar de la nave.
 
Los arcos en las primeras capillas de las dos naves son apuntados, moldurados, de sección triangular, característica de la arquitectura gótico-tardía, siendo de mayor grosor los de embocadura de capilla y más finos los formeros. En el resto de la iglesia los arcos son de medio punto –sin duda debido a una reforma posterior en la cubierta-.


Las bóvedas que cubren los tramos son también de diferentes tipos. En los dos primeros de la nave sur y en el primer tramo de la norte son de crucería sencilla de tradición gótica formadas con nervios diagonales, siendo algo más complicada la del segundo tramo de la nave sur, con cruceros, ligaduras y terceletes, tipo que se mantiene en la arquitectura religiosa riojana durante el primer cuarto del siglo XVI. Son poco agudas, de acuerdo con los arcos y los nervios cruceros.


Por las características vistas, tanto en planta como en su alzado interior, no podemos incluir a la iglesia de Medrano dentro de ninguna de las tipologías que se desarrollan con mayor frecuencia a finales del siglo XV y a lo largo del XVI en estilo gótico-tardío en La Rioja; sin embargo, sí reúne algunos elementos de esa época y estilo.


El exterior es sencillo y austero, como los edificios de finales del siglo XV y principios del XVI, concretándose la escasa decoración en puntos concretos, las portadas.


El buque es un prisma rectangular, sin escalonamientos, al ser las capillas de las dos naves casi de la misma altura, excepto en el tramo donde se levanta la torre. Los parámetros son lisos, algo retranqueado a cierta altura, marcándose la tendencia horizontal del conjunto, a la que se contraponen los contrafuertes que los articulan verticalmente y permiten apreciar la distribución interior.


Las portadas: el templo conserva dos portadas, una en el segundo tramo de la nave norte, y la otra al oeste a los pies de la nave sur.
La portada norte se abre en el segundo tramo de la nave norte, es la más antigua conservada. Es de estilo gótico de finales del siglo XV/comienzos del XVI, de un vano en arco carpanel, con molduras lisas a modo de arquivoltas sin solución de continuidad, la exterior en arco conopial que remata el pinánculo floral, enmarcada por pilares fasciculados sobre plinto liso y basa de penetraciones y rematados con motivos florales, sobre los que corre una cornisa con decoración de bolas,  formando aquéllos y ésta una especie de alfiz.


La portada oeste es de estilo barroco del siglo XVII-XVIII, hoy está cegada. Consta de un cuerpo y ático. El cuerpo es de proporciones cuadradas, con vano adintelado con algo de derrame moldurado liso, y enmarcado por molduraje baquetonado liso y mixilíneo sobre el dintel. El conjunto se encuadra por finas columnas de tipo toscazo, con fuste estriado y relleno en su primer tercio, sobre plinto. Sobre ellas corre el entablamento que se quiebra en los extremos siguiendo el ritmo de las columnas, y cierra horizontalmente el conjunto. Una especie de doble entablamento, cuyas molduras siguen el ritmo inferior, dan paso al ático, en el centro. Éste consta de un reducido cuerpo rectangular al nivel del muro, con dos pilastras lisas cajeadas de tipo toscano.


La torre de la iglesia se encuentra en el tercer tramo de la nave norte. Es una construcción en piedra de sillería como el resto del buque del templo, excepto el chapitel, en ladrillo y revocado.


La torre conserva el esquema más difundido en el siglo XVI: es de planta cuadrada en su desarrollo; sobre basamento sube un elevado fuste que sobresale la altura del buque, rematado en cornisas que rematan los cuerpos, tendencia que vuelve a manifestarse en chapitel piramidal, que proporciona cierta esbeltez  y en las pilas de las esquinas. En su parte baja contiene la caja de la escalera y de acceso al coro.
Los datos encontrados sobre los pagos de la iglesia hacen pensar que la obra estaba terminada, al menos en lo más esencial, en 1587.  Pero en 1701 ó 1702 la torre se cayó. Ya que en este último año hay gastos de unos oficiales de Entrena por cerrar “el paño de la iglesia quando se cayo la torre”.


En 1714, cuando en la visita del obispado a la iglesia se dice que “la torre de dicha Iglesia esta caida de muchos años a esta parte (desde 1702) y la campana grande  esta junto a la puerta de dicha iglesia mantenida en unos postes de manera que los muchachos la pueden tocar y maltratar” y se manda que se repare la torre “aunque quede vaja”, animando a la aportación de los feligreses para ello.
Hasta 1724, hay una laguna documental. Pero este año ya debía de estar terminada la obra. En la visita del Obispado se dice que la torre se había hecho nueva, y mandan que se cubra, terminándola “con toda perfección”.

EL RETABLO DEL ALTAR MAYOR:

La tipología de la estructura arquitectónica del retablo, es la de superposición de pisos sobre zócalos. Consta de banco, dos cuerpos y ático y pequeño relicario en temple, en el banco. Los cuerpos se organizan en cinco calles desiguales, la central más ancha y más estrechas las entrecalles que las exteriores, las cuales se pierden en el ático, que mantiene las tres centrales.
Los elementos constructivos y decorativos son los característicos de los retablos “romanistas” de finales del siglo XVI y principios del XVII, aunque algo más avanzados, ofreciendo un incipiente barroco clasicista.
El programa iconográfico que alberga el retablo está representado escultóricamente: narraciones y figuras en relieve en las calles exteriores y en el banco y figuras de bulto en las calles pares y central de los cuerpos y ático. Este reparto sobre la superficie del retablo, correcto y racional, es el más usual de los retablos romanistas riojanos.

Capilla de nuestra señora de la Natividad:

El retablo, de estilo rococó se hizo antes que las pinturas que adornan la capilla. En 1768 ya estaban hechas las figuras de bulto y el retablo se doró después de 1785.

La estructura del retablo consta de un cuerpo, que se articula en tres calles, banco y ático.

El banco, cuerpo y ático se articulan con elementos arquitectónicos en las aristas del ochavo; en el banco hay pilastras, a las que se adosan voladas ménsulas que sirven de base a las columnas que articulan el cuerpo principal, de capitel compuesto y fuste estriado con el tercio inferior decorado con los mismos motivos que ornamentan el resto del retablo.

La escultura es escasa. Se limita a las imágenes de bulto que cobijan los nichos. La Virgen sedente con el Niño, en el nicho central del cuerpo., pertenece al siglo XIV. En las hornacinas laterales se encuentran figuras relacionadas con la vida de la Virgen: San Jóse y San Joaquín, y en el ático Santa Ana con la Virgen Niña. Las tres figuras son coetáneas al retablo. El cascarón muy reducido, tiene un sol con rayos, que pueden simbolizar la “Gloria”, que contenían los cascarones de los retablos barrocos.

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